Cake salado de calabaza con jamón y piñones

¡Otro prodigio de sencillez de elementos y elaboración y resultado espectacular!



Tenía una calabaza entera en casa, de esas tipo vinatera, más naranja que las habituales de los cocidos y de pulpa más consistente. Las prefiero porque salen las cremas más coloridas y con mejor textura.
Pero una vez hecha la crema me sobraba más de la mitad. ¿Qué hago con ella para que no se me estropee?
Me voy al Índice.
Nooo, no se trata del Índice de libros prohibidos.
De las numerosas revistas de cocina que guardo, suelo apuntar las recetas que más me apetecen con una signatura: el número y la página. Así, cuando quiero encontrarla, me voy al título et voilá.
Sí, ya sé que hoy resulta un poco arcaico el sistema, pero hasta que no me compre una impresora con escáner para poder pasarlas al ordenador, funciona el viejo sistema bibliotecario.

La receta original pide chicharrones, pero, aunque me encantan, engordan una barbaridad. Si no tenéis problemas de peso o queréis daros un homenaje, ponedlos. Yo los he sustituido por taquitos de jamón, que le van muy bien al dulzor de la calabaza. Pero se me ocurre que con un bacalao o un rape también estaría muy rico (¡Es terrible! Estoy escribiendo el post y pensando a la par en cómo darle la vuelta a la receta para hacerla distinta otra vez jajaja). ¡O con restos de pollo guisado!
Y si no tenéis piñones, sin problema: almendras, avellanas, una provençal (pan rallado con perejil) o simplemente nada por arriba. Aunque para ser sinceras, los piñones tostados le dan un subidón de sabor y crujiente increíble.
Para acompañar, unas tostadas, una cebolla caramelizada o si vas con prisas, ensalada.

Os recomiendo este pastel si sois amantes de la calabaza como yo. Es casi un soufflé de ligero y sabrosísimo.





Ingredientes (4 p):

  • 400 gr de calabaza, una vez pelada y sin pepitas (después de hacerlo, creo que admite perfectamente los 500 gr, pues se notaba poco el sabor)
  • 150 gr de chicharrones de cerdo (yo, 100 gr de tacos de jamón).
  • 50 gr de harina (yo, harina de arroz)
  • 50 gr de margarina vegetal derretida y enfriada.
  • 3 huevos
  • 3 cucharadas soperas de piñones
  • 100 ml de leche de arroz (o nata o queso de untar)
  • sal, pimienta y comino molido (opcional)

Elaboración:

  1. Pelar la calabaza, quitarle las pepitas y cortarla en dados. Cocer en una olla con un poco de agua con sal hasta que esté tierna, unos 15 mts. Escurrir muy bien y dejar entibiar. 
  2. Poner los piñones en un bol con agua durante 15 mts (es para que se hinchen e hidraten y así no se quemen en el horno)
  3. Precalentar el horno a 180º calor arriba y abajo.
  4. Triturar la calabaza en la batidora (o chafar con un tenedor). 
  5. Batir bastante los huevos con la mantequilla derretida, hasta que doblen en volumen y estén espumosos (esto es muy importante para que el pastel quede esponjoso y aireado).
  6. Agregar el puré de calabaza y la leche a los huevos, junto con la sal, pimienta y comino. Por último añadir la harina, mezclando bien para que no queden grumos y el jamón.
  7. Engrasar y forrar con papel de horno un molde de cake de 1 l de capacidad (como sea más grande sale el pastel chato), verter la mezcla y cocer en el horno durante 45 minutos.
  8. Escurrir los piñones y espolvorearlos cuando hayan pasado unos 20-25 mts de cocción (si los echas al principio, se hunden en la masa).
  9. Sacarlo del horno, comprobar si está hecho con la brocheta y dejar entibiar dentro del molde unos 8 mts. Desmoldar con cuidado y dejar que se enfríe a temperatura ambiente. 
Fuente: Lecturas Cocina

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